Reporte sobre la evolución poblacional de México

Del análisis de la evolución poblacional de México a través de los datos y gráficas de reportes oficiales de INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) y CONAPO (Consejo Nacional de Población), que nos fueron proporcionadas a los aspirantes a ingresar a UnADM y que cursamos el propedéutico, presento enseguida algunas observaciones o conclusiones:
Ø  Por lo menos de 1930 a 1990 la estructura de la población mexicana por edades asemeja, al graficarse, una pirámide. En el eje horizontal se mide la población en número de personas y en el eje vertical sus edades de menor a mayor en sentido ascendente. Por tanto la parte baja de tal gráfica piramidal corresponde a las edades de niños y jóvenes y resulta ser muy ancha, lo que significa que la mayor y gran parte de la población se concentra en dicho segmento poblacional, en cambio la parte superior y angosta de la gráfica corresponde a las edades de personas adultas y mayores, por lo que su participación en el total es mucho menor. En el período indicado fue cuando la población de menores de 20 años llegó a alcanzar su mayor participación  

Ø  Una segunda observación es que la estructura de la población es dinámica, pues va modificándose década tras década. La pirámide se va poco a poco angostando en su base y ensanchándose en su parte superior. Es decir que la participación de los niños y jóvenes en el total de la población va disminuyendo y en cambio la de adultos y personas mayores va aumentando.  De hecho la figura piramidal se va perdiendo y a partir de la década de los veintes de este siglo deja de tener esa forma y en las proyecciones para las siguientes décadas generan una forma de columna o torre, significando que la participación en el total es semejante para los diferentes segmentos de edades poblacionales. Incluso, las proyecciones muestran que antes del medio siglo la estructura comienza a invertirse para ir tomando una forma, todavía incipiente, de una pirámide pero invertida. Entre fines de la década de los veinte y comienzo de los treinta la población de más de 60 años alcanzará su mayor tasa de crecimiento anual.  

Ø  El análisis de esta dinámica poblacional tiene muchas repercusiones en muy diversos ámbitos de la sociedad y de la economía. Un ejemplo es el tema de las pensiones y jubilaciones, hasta hace algunos años era perfectamente viable un esquema en el que las aportaciones a la seguridad social de la población joven se pudiera sufragar el costo de las pensiones de las personas en edad avanzada, pues los primeros tenían una participación mucho mayor en la estructura poblacional que los últimos. Como la estructura poblacional se ha modificado y, como hemos visto, seguirá cambiando rápidamente, el esquema de pensiones y sus fuentes de financiamiento tenía que revisarse y modificarse. Nuevos problemas surgen de los cambios realizados pero es indudable que el esquema anterior no podía sostenerse, y en todo caso debe continuarse el análisis para llegar a un sistema de pensiones adecuado si el actual (no lo explicamos aquí por economía de espacio) no fuese el idóneo.       

Ø   También puede concluirse que actualmente estamos inmersos en lo que se denomina bono demográfico, que es cuando la población económicamente activa, o el segmento de edades de entre 18 y 65 años, rango en el que se produce más  de lo que se consume,  tiene menor porcentaje de dependientes con respecto a la población de niños y ancianos, que consumen más de lo que producen, el crecimiento económico puede ser mayor. Pero ello tiene como condición de que exista empleo e inversión suficiente para aprovechar tal bono demográfico, de lo contrario será desaprovechado y en pocos años estaremos ante la situación de un pagaré demográfico  con una sociedad sin empelo suficiente y en proceso de envejecimiento.

Ø   El análisis de la estructura poblacional permite también identificar el segmento poblacional al que habrán de dirigirse los proyectos de orden social o económico para que su impacto sea mejor dirigido y se alcancen mejores resultados. Por ejemplo en las políticas de orden social, digamos educación y salud: la infraestructura educativa tenía antes que estar más enfocada a las escuelas primarias, ahora mayores recursos se necesitan para la educación superior y capacitación para el trabajo; asimismo, en los próximos años mayor atención se requerirá para la prevención y tratamiento de enfermedades de adultos mayores. En lo económico las empresas deben dimensionar el comportamiento del segmento poblacional al que habrán de estar dirigidos sus productos y servicios, digamos para familias jóvenes y de menor tamaño que antes, los departamentos pueden ser más demandados que antes.      


En general, la población de México está teniendo cambios muy importantes y su estudio es indispensable para dirigir políticas de todo tipo, así como las inversiones y el emprendimiento empresarial. Para este tipo de análisis los cuadros y gráficos de los datos facilitan mucho la tarea y permiten una visión más clara como puede verse en la semblanza muy general que aquí hemos plasmado pero que puede llegarse a un mayor detalle y enfocado a la necesidades de cada caso.         

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